En esta ocasión le
tocó el turno a Rafael Cortijo como nuestro Boricua destacado. El primero fue
Miguel Enríquez, el segundo Don Pedro Albizus Campos y hoy le dedicamos el
espacio al papá de los pollitos. Comenzaremos con los aspectos biográficos de
esta gran figura puertorriqueña. Cortijo
es oriundo de un sector nombrado originalmente como cangrejos y posteriormente
como Santurce que ubica en la ciudad de San Juan Bautista de Puerto Rico. Nace
a finales del periodo de transculturación, que termina en los años treinta. Un
periodo donde se intentaba borrar 400 años de historia colonial con el imperio
de España y convertir a Puerto Rico o Porto Rico como se le nombró para aquel
entonces en una colonia agringada.
La negación de la raíces
puertorriqueñas, el juramento de la bandera norteamericana y las clases en inglés
por maestros extranjeros, fueron parte de las directices impuestas por lo
gobiernos militares que dominaron la política de la Isla del 1898 al 1930
aproximadamente. Dentro de este marco cultural nace Rafael Cortijo un 11 de
diciembre de 1928. Cual si fuera un regalo de Dios, nació en esta época navideña,
donde la musicalidad nacional se acentúa, por la particularidad de la
temporada, un negro con una habilidad extraordinaria, cuasi divina, para el
toque de los instrumentos de percusión. No menos importante, y apartándonos del
carácter místico-musical de las
navidades. Debemos reconocer la influencia que ejercieron en él durante este
periodo el sonido de los tambores y el cantar de pleneros como Cornelio y María
Teresa (prohibido olvidar) a quienes le honraremos su obra en un futuro
posiblemente cercano. Parte de su grandeza estriba en que este aprendió desde
muy chico a elaborar congas e instrumentos de percusión que utilizaba en sus
presentaciones y que sedujeron de forma inmediata al gran Ismael Rivera a quien
se los llevaba a las playas cercanas de Santurce a practicar las ejecutorias
musicales. De esta coyuntura histórica salieron dos personajes que muy difícilmente
serán olvidados por la historia, aunque todavía, al menos en el caso de
Cortijo, no ha recibido el sitial que merece.
Cortijo desde muy
joven conocía de las variedades de la bomba cangrejera. La cual practicaba prácticamente
a diario de forma natural. Comenzó adquiriendo experiencia escénica en la participación
de carnavales tradicionales como el de San Mateo y San Juan Bautista donde
siempre se incluía y recalcó, se incluye aun, la bomba y la plena.
De buenas a primeras Cortijo estaba preparado para formar su grupo, tenía
la experiencia, los músicos e ideas emprendedoras como incluirle el instrumento
del saxofón y la trompeta a los ritmos de la bomba y la plena. Fue un genio y
lo digo sin reservas de espíritu, una grandeza adelantada a su época. Otro de
los cambios innovadores que trajo fue que su orquesta tocaba mayormente de pie,
evitando las rutinas inflexibles de las orquestas del momento, era todo un espectáculo
planificado meticulosamente por una mente prodigiosa. Los músicos improvisaban
en el escenario y hasta echaban sus pasitos de bailes con los bailarines de la
orquesta. Todo esto lo puso a la altura de los grandes del momento, como Tito
Puente, Tito Rodríguez y Machito entre otros.
Su música se expandió por el resto de Latinoamérica y cuando vinculaban
sus ritmos directamente con Puerto Rico, el con sabia humildad, reconocía que
estos se originaban en las raíces de los esclavos africanos traídos como
cautivos al Caribe y a otras partes del mundo y como consecuencia de este
salvaje coloniaje, no dejaron la herencia musical en Puerto Rico. El decía que
los haitianos, jamaiquinos, dominicanos y demás países latinoamericanos entendía
su música, porque formaba parte de una misma historia común, de un origen
compartido y ahí estribaba la clave de su éxito. Siempre trataba de remontarse
a lo original, que era el vinculo que lo hacia pertinente al resto del mundo
colonizado o pos colonizado.
Cortijo
tuvo la oportunidad de poner en uso lo que aprendió tocando los bongós y las
congas con el Conjunto Monterrey de Moncho Muley y después con las orquestas de
Frank Madera y Miguelito Miranda. Fue de gira al exterior por primera vez con
la orquesta del cantante Daniel Santos y trabajó
en programas radial es de la cantante y compositora Myrta Silva y el
vocalista cubano Miguelito Valdés.
El
momento definitivo en la carrera de Cortijo vino en 1954. Él tocaba las congas
con el Combo de Mario Román cuando el líder de la orquesta decidió retirarse. Esto le dió la oportunidad a Cortijo
de organizar se propio grupo. El sabía exactamente que sonido quería y quienes
serían los músicos que los producirían para el. El primer vocalista del grupo
fué Sammy Ayala. El cantante Ismael Rivera se unió al grupo en 1955.
Cortijo y su Combo
eran realmente una atracción audiovisual y la televisión puertorriqueña asi le
reconoció. El popular Show del
Medio día presentaba el grupo de lunes a viernes por cinco años. La orquesta mantuvo
contacto con el público tocando en bailes a través de la Isla, especialmente en
las tradicionales fiestas patronales. El Combo grabó una serie de éxitos empezando con El Bombón de Elena y
también la canción futurística Máquina del Tiempo ll evada al público en 1974.
En medio de esos dos éxitos hay clásicos tales como “Maquinolandera”, “El chivo
de la campana”, “Oriza”, “Perfume de Rosas”, “Tuntuneco” y “Déjalo que suba”.
En 1962, después de que Rivera fuera encarcelado por una ofensa de
drogas, miembros de su Combo, dirigidos por el pianista Rafael Ithier, se dividió
para formar El Gran Combo.
Más de cuatro años
pasaron antes de que Cortijo y su Combo se reuniera con Ismael Rivera para
proveer acompañamiento para Bienvenido!. Esto fue seguido por otra reunión en
1967 que resultó en el album Con Todos Los Hierros.
Cortijo, entonces, organizó una nueva orquesta llamada
Bonche y debut ó con ellos en Sorongo,
que incluía a su hija, Fé Cortijo, como una de las vocalistas, esto a pesar de
su débil voz. Fé continuó trabajando con su padre hasta su último
album, Cortijo fue entonces a colaborar con el percusionista y líder de la
orquesta Koko; reviviendo así algunas de sus populares canciones de bomba y
plena.
Después de su meteórica alza, Cortijo e Ismael pagaron
un precio por los años de excesos y problemas legales. Cortijo e Ismael
encontraron en Puerto Rico un ambiente hóstil e tolerable y se fueron a Nueva
York. Pero
Cortijo nunca se sintió cómodo en Nueva York y regresó a Puerto Rico. Pero ya de regreso en la Isla su vida no mejoró mucho.
Tite Curet y un amigo ayudaron financieramente a Cortijo a producir el album Pa’ los Caseríos y hasta compuso mucha de
las canciones.
El 25 de junio de
1974, Coco Records auspició un concierto en San Juan; logrando juntar los
miembros originales de Cortijo y su Combo. Participando esa noche estuvieron
Rafael Cortijo, Ismael Rivera, Roy Rosario, Martín Quiñones, Rafael Ithier,
Eddie Pérez, Hector Santos, Mario Cora, Sammy Ayala, Roberto Roena, Miguel Cruz
y Kinito Vélez. El concierto produjo el album Juntos Otra Vez.
El
album fue realizado en 1982 con el nombre de Ismael Rivera Sonero Número 1.
Cortijo murió de
cáncer de páncreas a los 54 años de edad, el 3 de octubre de 1982. Fué
honorado por su gente y por los líderes públicos igualmente por sus
contribuciones a la música y la cultura de Puerto Rico. Cinco años después, su amigo de toda la vida, Ismael
Rivera, murió debido a fallos del corazón…
Independientemente
de sus defectos carnales, Cortijo fue y seguirá siendo una figura icono, dentro
de la historia de Puerto Rico…
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VIDEO DE CORTIJO Y SU COMBO
Autor: Miguel Angel Negroni
ARTÍCULO
ORIGINAL DE GÁNSTER PR
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