Todos recordamos aquel caso insólito donde una mujer norteamericana llamada Lorena Bobby que le picó el pene a su esposo. Esta semana no fue una sino que un hombre de 46 años, borracho como tuerca y cansado de lo mucho que jodia su mujer, se cortó el pene con unas tijeras de cocina y lo tiró al inodoro como protesta.
Los hechos ocurrieron en la ciudad de Keelung, un suburbio costero de Taiwán, según reza el informe policial, la mujer llegó a casa y comenzó fastidiar al marido como de costumbre porque lo encontró ebrio, y el hombre en un arrebato de locura se picó el "yeyo".
Fue la misma mujer la que llevó a su amputado marido al hospital donde los médicos, quienes solo pudieron reconstruir lo que quedaba del miembro (3 centímetros) para que el hombre no tuviera problemas para orinar.
Esa no jode más en buen tiempo y tampoco tendrá sexo, al menos no con su marido.
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